lunes, 4 de agosto de 2008

La conferencia de Cristina y los trapitos de Duhalde

Un par de comentarios cortos de éstos últimos días.
Parece que El sueño Cristina no está tan alejado de la realidad que está mostrando en esta "nueva etapa" la Presidenta. Aunque sigamos insistiendo con el ejercicio de imaginarla cumpliendo las promesas de campaña, llevando adelante la presidencia con el mismo perfil que llevó adelante la función legislativa y sonriendo en serio cada vez que muestra una mueca de ironía. Pero parece que en el cambio nada cambia.
La conferencia de prensa del sábado que cumplió el lamentable papel de ser noticia en sí misma ya que no había habido en todo el mandato de su antecesor y esposo, Néstor Kirchner, dejó con su contenido, un sabor amargo. Los medios nacionales, salvo excepciones, no mandaron a sus mejores periodistas al encuentro. Se llegó al colmo de que el representante de la radio más escuchada del país, muy cercana al oficialismo, leyera la pregunta a la Presidenta. Una pregunta que pareció hecha para que mostrara su lado más sensible la hizo caer en terrible lodazal hasta confesar que desconocía el tema. La pregunta sobre el caso del asesinato de la familia -matrimonio y dos hijos pequeños- en Campana le hizo decir a la doctora Fernández que "seguramente" el asesinato se hubiera cometido aunque los mecanismos de la Justicia hubiesen funcionado porque el problema era la personalidad del asesino. Ese argumento repitió el juez Schiavo al día siguiente cuando la prensa le cuestionó haber dado prisión domiciliaria con pulsera controla-delincuentes a un hombre, el asesino, que ya había sido condenado por homicidio y violación. Sin embargo si este hombre hubiera seguido preso los años que le correspondían, los niños por ejemplo, hubiesen crecido, y en el peor de los casos, hubiesen vivido unos años más. Siguiendo claro, la lógica de la Presidenta y el Juez.
Retomando la conferencia del sábado 2 de julio en la Residencia de Olivos, grave error el de los medios no haber mandado a sus mejores espadas. Por lo menos hubieran tenido el argumento de que no los dejaron preguntar debido al sistema adoptado para la realización de la misma. Seguramente en el afán de restarle entidad se perdieron una buena oportunidad. Así, las mejores preguntas, las más concretas, las hizo la prensa extranjera.
El otro tema vinculado paradójicamente con la prensa extranjera, es la nota que dio Eduardo Duhalde, ex presidente y ex gobernador bonaerense, al diario La Tercera, de Chile. Hablar contra el gobierno y decir que Kirchner está mal psicológicamente en un medio extranjero muestra la estatura de estadista de Duhalde. Esas cosas se dicen adentro, no afuera. Por más que se haya puesto a estudiar como le confesó a Mirtha Legrand hace poco más de un año, cuando se quedó "desocupado", es decir sin cargos, la estatura de estadista requiere de otras cosas que quien sabe, no se encuentren en la literalidad de los libros. Por suerte quien hizo la nota es una periodista argentina que tuvo el tino de no preguntarle por qué los argentinos aceptamos a un hombre con semejantes características, votándolo primero a él y después a ella, para la máxima representación de la República. Como decían en el barrio, los trapitos sucios doctor Duhalde, se lavan en casa.


patricia barral, 4 de agosto, 2008.

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